Si en Ruta-B tuviéramos que elegir el destino chileno del 2017, sin duda sería Isla Mocha. Este lugar ubicado en pleno océano pacífico a 34 kilómetros de Tirúa (Región del BioBío), es un territorio lleno de misterios que vale la pena conocer. A continuación te dejamos 6 motivos por los que tienes que incluirla en tu lista de imperdibles:
Llegar a La Mocha ya es una travesía que vale la pena. Despegar del aeródromo de Tirúa para sobrevolar el océano es una experiencia única que le entrega una buena dosis de adrenalina a tu viaje. Luego de algunos minutos de vuelo la isla comienza a mostrarse como en una película en la mitad del pacífico.
El vuelo no dura más de 15 minutos. Si le temes a las alturas está la posibilidad de cruzar en embarcación (dura un par de horas)
La ballena blanca existió y en las costas de La Mocha. Hernán Melville publicó esta mundialmente conocida novela contando el relato de un marinero norteamericano y su experiencia con un cachalote blanco gigante, Mocha Dick, que habitaba las costas de esta mítica isla.
¡Te recomendamos leerlo antes de visitar la isla!
Tal como lo lees, en Isla Mocha puedes ir a la orilla de la playa y prenderle fuego al mar. Este inusual fenómeno se produce debido a las grandes concentraciones de gas natural alojadas en su costa. Hace muchos años atrás, los primeros habitantes hacían hoyos en la playa para cocinar sus alimentos.
Gran parte de la isla pertenece a una Reserva Nacional que cuenta con varios senderos para los amantes del treking. Olivillos y Arrayanes gigantescos te acompañarán en la ruta, además de muchas especies endémicas como el chucao y el churrín de la mocha.
Arrayán gigantesco que los locales llaman El Colorado
Este hito geográfico es una belleza. Es el segundo faro más antiguo de Chile y sus condiciones actuales no son las mejores producto del terremoto del 2010. Algunos dicen que será demolido, y aunque no tengamos certeza de esto, tienes que conocerlo si o sí!
Campo, playa y el faro. Nublado o soleado, la visita a este hito es un imperdible
El hecho de ser insular moldea caracteres y esto se siente fuerte en La Mocha. La gente es abierta y muy cariñosa con los visitantes. Una buena forma de compartir es salir a dar una vuelta en carreta, el medio de transporte típico de la isla.
