Grandes Viajeros

Alejo Contreras Staeding: El aventurero que más sabe de la Antártida

martes, 22 marzo 2016 17166 Views 16 Comments

Cuando me bajé del avión DAP en Isla Rey Jorge, Antártica, su rostro se hizo presente como ningún otro. Su poblada barba blanca le tapa la cara, su gorro le cubre hasta los ojos, y su traje naranjo fosforescente le protege de las bajas temperaturas. Me dije: “Éste hombre debe de tener historias de este lugar, él es con quien debo hablar”. No estaba equivocada. Su nombre es Alejo Contreras Staeding, y pasa primer chileno (y sudamericano) en conquistar la cima del monte Vinson (4.897 msnm), el más alto de la Antártica, en 1983. Pero eso no es todo, también fue el primero en llegar caminando al Polo Sur en enero de 1989. Santiaguino, montañista, experto en nieve. Ama los aviones. Casado y con dos hijos, pronto será abuelo.

Los sueños de Alejo sobre la Antártica se empiezan a forjar cuando en el colegio leyó un libro de un inglés que iba esquiando al Polo Sur. En ese momento, decidió que eso quería hacer, imitar aquella travesía. “Me llamó la atención que el primer ser humano que vio la Antártida fuera una persona que sabía leer y escribir, nunca un aborigen, por ejemplo”, cuenta recordando cómo nace su interés por el continente blanco.

El hecho de que sea un lugar tan místico y desolado es justamente lo que atrae.

“Todos los otros continentes, todos los otros cerros, todos los otros paisajes, han sido siempre observados por miles y miles de años. Pero NO la Antártida”.

Tal y como explica, no fue hasta en 1935 que los montes de Ellsworth (los más altos del continente) fueron vistos por primera vez, porque antes no existía un avión que pudiese cruzar el continente para, simplemente, mirar esas montañas.

Su primer viaje a la Antártica se hace realidad cuando Alejo es seleccionado dentro del Cuerpo de Socorro Andino de Chile para acudir como representante del Tratado Antártico en una expedición no gubernamental. De esta travesía recuerda que tomaron un avión con esquíes para llegar a la base del monte Vinson, única forma de acceso. “Todavía ningún ser humano ha podido llegar desde la orilla al monte y de ahí subir, porque la distancia es muy larga”, cuenta con entusiasmo. “El cerro tiene la misma altura que cerros como El Plomo o La Paloma en Santiago, es como llegar en avión hasta Farellones y luego empezar a subir”, añade.

Me intrigaba saber qué pasaba por su mente al subir el monte, si tenía miedo de lo que estaba haciendo. “No, no tuve miedo”, dice con mucha seguridad. “Sentía como si me hubiese ganado la lotería, el premio mayor, quizá la lotería de la suerte: la coincidencia de haber sido seleccionado, la suerte que tengo en la vida de estar llegando a la cima, pisándola y, además, ser el primer sudamericano y ser uno de los 11 seres humanos del planeta caminando por ahí. Me sentía muy afortunado”, asegura orgulloso. Ya ha estado otras 16 veces en la cumbre y todas las veces ha sentido algo parecido: ser afortunado por estar sano, por poder caminar para seguir realizando este camino.

 

Alejo Contreras junto a Daniela Ruiz (Ruta-B), en Isla Rey Jorge, Antártica. / Foto: Marinne Klock

Alejo Contreras junto a Daniela Ruiz (Ruta-B), en Isla Rey Jorge, Antártica. / Foto: Marinne Klock

 


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Luego, otro desafío: caminar al Polo Sur

“Durante 5 años pusimos un aviso de que buscábamos gente para esta expedición y que pudieran financiar el viaje, que costaba medio millón de dólares”, dice Contreras cuando habla de su segunda experiencia en el continente. Siete personas se acercaron para realizar la travesía, pero solo cinco eran realmente capaces de llegar. “Por lo menos tienes que ser capaz de correr tres veces a la semana durante una hora… pero a un buen ritmo”, agrega explicando qué se necesita para llegar al Polo Sur. Cualquiera puede llegar, pero necesitas de un entrenamiento dedicado. De hecho, “uno de los participantes nunca en su vida había esquiado y en tres años y medio, aprendió”.

Así, en noviembre de 1988, tres canadienses, tres ingleses, un hindú y un chileno, toman un avión en Punta Arenas que los deja en un lugar que se llama Patriot Hills.  Aquí, tomaron un avión Twin Otter con esquíes que los lleva hasta el Mar de Wedell. Luego de 75 días y 1.380 kilómetros caminando, Alejo Contreras se convirtió en el primer chileno en alcanzar a pie el último confín de la Tierra. “Eso es mucho más importante y más relevante que haber subido el cerro”, sostiene Alejo tras explicar que las condiciones son las más abrumadoras que hay: no hay paisajes, todo es blanco y muy monótono.

Desde entonces, ya lleva más de 30 años yendo y viniendo una y otra vez. Es sin duda, una de las personas que más veces ha estado en este lugar y de las que mejor conoce todos los secretos de la Antártida. Actualmente, Alejo trabaja en aerovías DAP preparando las temporadas de verano, asistiendo en todo el apoyo logístico (a la Antártida se debe llevar todo). “Muy importante para el éxito del viaje a la Antártida es la planificación. Si planificas bien, no vas a tener ningún problema. Si no te planificas, tendrás muchos problemas. Eso es lo que todos los años vamos mejorando”, dice resaltando el valor de un trabajo que muchas veces pasa inadvertido.

Alejo está convencido de que los sueños se pueden cumplir en cualquier momento de la vida. Recuerda la primera ascensión del Monte Vaughan con mucho cariño porque en aquella oportunidad, en 1993, el objetivo de la expedición era acompañar a Norman Vaughan, de 89 años de edad, a subir uno de los montes de las montañas Transantárticas que lleva su mismo nombre.

“Eso me marcó mucho porque no existe ningún sueño que uno no pueda realizar. Cuando logró subir el cerro, a esa edad, me comprobó que cuando se trabaja para eso, los sueños se cumplen”.

Actualmente, Alejo sueña con remar el océano Pacífico desde Chile a Australia. “Estoy medio viejo pero yo creo que todavía puedo”, dice confiado.

 

Alejo Contreras navegando hacia Isla Ardley / Foto: Daniela Ruiz - Ruta-B

Alejo Contreras navegando hacia Isla Ardley / Foto: Daniela Ruiz – Ruta-B

 

¿Qué ha cambiado en 30 años?

“Lo único, único, único, único que ha cambiado son las comunicaciones. Todo lo otro sigue igual. La meteorología sigue igual. El frío sigue igual”, dice este explorador empedernido que aún se sorprende de que con solo una llamada de celular pueda conectarse con sus hijos en Chillán. “Para mí hablar por teléfono antes era imposible. Yo en mi casa tenía que tener todos los equipos de radio porque era la única forma en que me podía comunicar con mi familia desde la Antártida, mis hijos sabían usarlos a la perfección”. Toda su familia ha tenido la posibilidad de conocer el continente blanco, incluso sus hijos lo siguen visitando. “Pasamos la Navidad y el Año Nuevo juntos aquí. Es lo más encachado, es como ir a pescar, o en vez de hacer un asado, venimos para acá”, dice con una mezcla de alegría y nostalgia, sintiéndose afortunado de poder tener esos recuerdos.

Para Alejo la Antártica es, y seguirá siendo, un lugar desolado y aislado, básicamente por la limitante que entrega la naturaleza a la zona. “La única manera de que pudiese ser masiva la incursión a la Antártida es que todas las empresas de buques se pusieran de acuerdo y empezaran a llegar a la Antártida. Un buque es lo único que puede venir más o menos en cualquier condición climática porque tienen radar, pero no los aviones. Éstos siguen sujetos a las condiciones meteorológicas. Los pilotos tienen que mirar con sus ojos la pista, no existen instrumentos que te aterricen el avión de memoria”, explica. Por eso mismo, aunque haya miles de personas que quieran ir en una temporada a la Antártica, no se les puede llevar y tendrán que hacer cola para el siguiente año.

Alejo cuenta que está satisfecho con la vida que ha llevado y con las cosas que ha realizado. ¿Qué viene ahora para este gran aventurero? “Estoy listo para la parte de las historias y los cuentos que los abuelos le cuentan a sus nietos”, dice Alejo sobre su nueva etapa. Sin embargo, no sabe aún si será nieto o nieta.

“Este año caminando en la nieve en la Base Frei, me encontré con un zapato de guagua de mujer. Eso es una señal”.

Lo más interesante de este continente, es que aún hay lugares en que el hombre no ha podido pisar y eso motiva aún más a este viajero y a otros exploradores a seguir descubriendo y admirando.  Sin embargo, Alejo Contreras es un verdadero explorador  y conocedor antártico. Ha llegado a lugares como la península Antártica, los Montes Ellsworth, los montes Transantárticos, Novazarevkaya, Molodosnaya, Progress, Mirna, Quen Maud Land, McMurdo, Scott Base, Cape Evans, Dumont’Durville, Vostok, Polo Sur, Terra Nova Bay, Isla Pedro Primero, Canal Alejandro 6. Si te encuentras en problemas en la Antártida, ya sabes a quien llamar.

 

Alejo Contreras (2I) y Daniela Ruiz (2D), camino a Isla Ardley. / Foto: Marianne Klock

Alejo Contreras (2I) y Daniela Ruiz (2D), camino a Isla Ardley. / Foto: Marianne Klock

 

Daniela Ruiz

Periodista que descubrió su pasión por viajar a los 14 años cuando hizo su primer viaje sola. Desde ahí que no se queda quieta y cada cierto tiempo sale a descubrir nuevos lugares. No puede salir de viaje sin su frazada tie dye de polar, ni su collar de mundo con un ángel. Uno de sus mayores pasatiempos es hacer brownies y escalar. Sueña con algún día conocer la tierra de sus ancestros Croacia y el continente de hielo, Antártica.

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16 Comments

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  2. Marcela contreras says:

    Buenísimo reportaje, felicitaciones para el gran Alejo Contreras Staeding!!

  3. Raul Guelet says:

    …buen reportaje al gran amigo Alejo….sige asi capitan hielo……gran abrazos desde este lado de la Patagonia….

    Raul Guelet

  4. Teresa velasco says:

    Grande Alejo! Muy buen reportaje.

  5. Condor says:

    Capitan hielo!!
    Una leyenda viviente

  6. Diana abu gosch says:

    Sin duda es la persona que más conoce de la antártica y encuentro estupendo que pertenezca a DAP
    Su figura caminando por punta arenas es inconfundible.Felicitaciones

  7. Jorge Bencich witt says:

    Muy bueno el reportaje, pero lo mejor para mí, es conocer en persona a Alejo, gran hombre y gran conocedor de la Antártica. Hasta hemos compartido alguna anécdota, como la de los británicos que pretendían llegar al Polo Sur en un helicóptero Robinson.
    Felicitaciones y un gran abrazo para Alejo Contreras, el gran aventurero de los hielos.

  8. VERONICA says:

    Buen Reportaje, entretenido , ameno y muy informativo, para dar a conocer la Antartica, y que mejor con la cara que mas lo representa en Chile «ALEJO» Contreras, gran persona y tremendo personaje.

    Sigue soñando que alla llegaras ……..

  9. DELIA VALENZUELA says:

    MUY LINDO EL RELATO DE , AMENO , Y NADA MENOS DE MI AMIGO ALEJO , DESDE JOVEN FUE UN GRAN AVENTURERO ,

  10. nolberto saez says:

    Muy buen reportaje de las actividades de este Hermano de la Costa y Viejo Lobo De Mar. Felicitaciones Alejo y te esperamos en nuestra guarida en donde siempre te espera tu calzo.

  11. Carolina staeding rusque says:

    Increíble las historias de Alejo nunca dejas de sorprendernos..además un gran hombre.

  12. Consuelo leon says:

    Gracias, Daniela, por hacer un reportaje sobre nuestro gran héroe antártico Alejo Contreras, quien es una gran persona, muy carismática y sensible que siempre nos sorprende con sus permanentes aventuras en ese continente maravilloso. Consuelo

    • Daniela Ruiz says:

      No, gracias a él por acceder a conocer más de su historia y aventuras. Feliz de haber compartido con él y fue realmente un honor conocerlo… sin lugar a duda, aventuras que no dejarán de sorprender nunca.

  13. ALFONSO ALMARZA says:

    Alejo:Que alegría tener noticias tuyas.
    Con Ignacio Ossandón (el burro) nos acordamos de ti.Felicitaciones y un gran abrazo.

  14. Luis Henriquez says:

    Que alegría encontrarme Hoy (27 de mayo 2016) en el Chilenazo de Apoquindo Con el GRAN «Alfa Charlie» (Alejo Contreras), que buenos recuerdos de mis años yendo a la Antártica como Biólogo Marino. Abrazote gigante de Lima Hotel (Lucho Henríquez).

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